Mariposas doradas

 

 

 

 

Ese instante cuando tu cuerpo reposa bajo el sol, tus pupilas se hacen mínimas y las partículas que flotan al umbral de luz como mariposas sobre tu cuerpo, —que florece bajo el delicado verano— doradas flotan sobre tu cuerpo, terso y dorado que suda mi sudor y brilla con el aliento de mis besos y se enchina con el roció de mis versos, caen apacibles sobre tu piel dorada

El oleaje a lo lejos se escucha, los pliegues de sus olas vienen y van,

se acercan a la mejilla de la playa blanca y susurran, en medio de su natural sonido, tu nombre.

Y la noche se hizo para descifrar, somnoliento, tu nombre que de tantos colores se pinta y de tantos versos se cubre; como se cubre el cielo nocturno de estrellas.

 

Nestor Camilo Tierradentro M.

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